Este es un proyecto realizado por alumnas de 4to. semestre de
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación con énfasis en Publicidad de
la Universidad Mariano Gálvez de Guatemala.
La escena comienza con una
joven viendo su reloj. Luego se ve su rostro preocupado, y se va mostrando su
entorno en el cual se hace notar que se encuentra en una parada de bus, ella empieza
a inquietarse, a cruzar los brazos, pone sus manos en los bolsillos de su
pantalón y comienza a ponerse de puntillas.
Pasa un carro enfrente y
cambiamos de escena a una en la cual mostramos los pies de una persona que está
sentada en un escritorio moviendo los pies con ritmo y vamos subiendo hasta
mostrar a un joven con audífonos escribiendo en su computadora, empieza a
escribir de una manera más emocionada, retira la mano y nos acercamos en ésta y
cuando la regresa al teclado, ya no se trata de un teclado sino de un piano el
cual está tocando con emoción.
La cámara gira a su
alrededor mientras va bajando hacia sus pies los cuales sigue moviendo con
ritmo. El joven levanta los pies y al dejarlos caer al suelo, los pies que caen
ya no son los suyos sino que se muestran los pies de la joven que estaba
esperando su transporte, ésta vuelve a subir sus pies, pasa una persona delante
cubriéndola y cuando termina de pasar aparece la joven vestida de bailarina de
ballet y comienza a hacer plies
sosteniéndose de los asientos de la parada del autobús.
La pantalla se divide en dos
y mostramos a los dos personajes realizando las actividades artísticas y de
repente se escucha el sonido de una bocina lo cual hace que los dos al mismo
tiempo vuelvan a la realidad.
La pantalla vuelve a ser una
sola y se muestra a la joven del ballet en su ropa normal con un rostro de
confusión y se da cuenta de que llego el taxi que ella había estado esperando,
así que lo aborda y se va.
Es aquí cuando el comercial finaliza
con un texto el cual dice:
“El arte puede
estar en todos lados.
Todos tenemos un artista por dentro solo tenemos que
descubrirlo”.